El éxito no se logra por un acontecimiento que ocurre al azar, sino por una serie de hábitos y habilidades que van ganándose con el tiempo a medida que nos arriesgamos a más cosas. La adquisición de estos puede lograrse con tareas sencillas que se hacen una y otra vez.
Con unos sencillos trucos que usted puede implementar diariamente,
podrá mejorar su capacidad de trabajo y adquirir el hábito de terminar
lo que empieza, cualidad que lo hará empezar a recorrer el camino del
éxito. Veamos cuáles son y cómo lo pueden ayudar:
1. Determine el día anterior qué tareas o actividades va a hacer el día siguiente. Haga una lista decinco a siete actividades que tenga que hacer y ponga una casilla al frente de cada una para ir marcando las que va haciendo (solo toma cinco minutos antes de acostarse).
2. En esta misma lista, marque el grupo de actividades más importantes que deba hacer al día siguiente y asígneles una letra, por ejemplo, A para las actividades más importantes o que se deben hacer primero, B para las siguientes y así sucesivamente, de tal forma que se sepa por dónde empezar al día siguiente.
3. Al levantarse, lo primero que debe ver su lista y empezar a hacer lo que ella dice. Si hay tareas que piensa que ya no necesita hacer, entonces táchelas de la lista y continúe con las demás.
4. Si ve que surge una tarea que no había planeado, entonces agréguela en la lista y déjela de último para no interrumpir lo que había planeado. Si es demasiado urgente, termine la tarea que esté haciendo y ponga toda su atención en esta nueva tarea (solo si es muy urgente).
5. Si llega un punto en el día en que usted ha terminado todo lo que se propuso para el día y ya no tiene más tareas que hacer, realice en ese momento su lista de tareas para el próximo día y empiece a adelantarlas, sea proactivo. Verá que en ocasiones habrá adelantado el trabajo de todo el siguiente día y todavía le quedará tiempo libre para hacer con él lo que quiera.
Esto lo ayudará a mejorar la efectividad y por lo tanto a convertirse en un empresario exitoso.
1. Determine el día anterior qué tareas o actividades va a hacer el día siguiente. Haga una lista decinco a siete actividades que tenga que hacer y ponga una casilla al frente de cada una para ir marcando las que va haciendo (solo toma cinco minutos antes de acostarse).
2. En esta misma lista, marque el grupo de actividades más importantes que deba hacer al día siguiente y asígneles una letra, por ejemplo, A para las actividades más importantes o que se deben hacer primero, B para las siguientes y así sucesivamente, de tal forma que se sepa por dónde empezar al día siguiente.
3. Al levantarse, lo primero que debe ver su lista y empezar a hacer lo que ella dice. Si hay tareas que piensa que ya no necesita hacer, entonces táchelas de la lista y continúe con las demás.
4. Si ve que surge una tarea que no había planeado, entonces agréguela en la lista y déjela de último para no interrumpir lo que había planeado. Si es demasiado urgente, termine la tarea que esté haciendo y ponga toda su atención en esta nueva tarea (solo si es muy urgente).
5. Si llega un punto en el día en que usted ha terminado todo lo que se propuso para el día y ya no tiene más tareas que hacer, realice en ese momento su lista de tareas para el próximo día y empiece a adelantarlas, sea proactivo. Verá que en ocasiones habrá adelantado el trabajo de todo el siguiente día y todavía le quedará tiempo libre para hacer con él lo que quiera.
Esto lo ayudará a mejorar la efectividad y por lo tanto a convertirse en un empresario exitoso.
fuente: elmundo economia y negocios
abril 2013
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